A 171 años de la muerte del Libertador San Martín

“Los hombres en general juzgan de lo pasado según su verdadera justicia, y de lo presente según sus intereses”

José Francisco de San Martín y Matorras nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778. Cuando tenía cinco años su familia se mudó a Cádiz, España. A los 11 años San Martín ingresó como cadete al Regimiento de Infantería de Murcia. Desde, los 13 a los 34 años sirvió al ejército español.

En 1811 regresa a América después de una breve estadía en Londres. Desembarcó en Buenos Aires el 9 de marzo de 1812. De la mano de Carlos María de Alvear se insertó en la sociedad porteña.

Finalmente, se casó con Remedios de Escalada el 2 de noviembre de 1812. Ella tenía 15 y él 34 años. De este matrimonio nació Mercedes Tomasa de San Martín, el 24 de agosto de 1816 en Mendoza.

José de San Martín permaneció en el Río de la Plata desde 1812 hasta 1824, dedicado a la liberación de Argentina, Chile y Perú de la dominación española.

Legado del Libertador

Es importante destacar que José de San Martín es un pilar esencial de la independencia americana.

San Martín organizó el escenario político y la estrategia para llevar a cabo su Plan Continental en base al Plan Maitlandsu, que conoció en Inglaterra. El Plan consistía en preparar un ejército en Mendoza, cruzar los Andes, liberar Chile, formar una flota, desembarcar en Lima y conseguir la libertad de Perú, centro del imperio español en América.

Junto a otros patriotas americanos formados en Europa, San Martín, trajo desde España el sueño de la liberación del continente americano. Los ideales de San Martín, eran la libertad e independencia de los pueblos americanos, unidos en un destino común. Y, demostró a través de su gestión, estar despojado de todo interés personal. Seguramente una parte de su sueño, sigue siendo aún una asignatura pendiente. Nos referimos a la integración continental de América en un proyecto de unión y cooperación, que es un objetivo permanente de los países de la región.

Sus últimos días

Por desavenencias con el poder político de turno, marchó al exilio voluntario. Se embarcó junto a Mercedes rumbo a Europa, donde dedicaría sus energías al cuidado de su hija y familia. Falleció el 17 de agosto de 1850 en Boulogne-sur-Mer, Francia, día en que los argentinos honramos su figura.

“El sábado 17 de agosto de 1850 era un día desapacible en Boulogne Sur Mer, Francia. El general San Martín almorzó frugalmente. Poco después, sintió fuertes dolores de estómago. Se sentó en su sillón a la espera del doctor Jordan, que lo revisó y decidió quedarse ante la gravedad del cuadro y le sugirió a Mercedes que llamara a una hermana de la caridad para asistir al general”, narra Felipe Pigna.

El Libertador luego le dijo a su hija: “Esta es la fatiga de la muerte” y le pidió al yerno que lo llevara a su cama. Allí tuvo sus últimos recuerdos. En eso estaba cuando la muerte se lo llevó a las tres de la tarde.

En Perú se lo recuerda como el Fundador de la Libertad del Perú, el Fundador de la República, ó el Generalísimo de las Armas. Para los chilenos fue el Capitán General ó El Gran Capitán. En nuestro país se lo llama El Padre de la Patria ó El Santo de la Espada.

Algunas frases

“Compañeros juremos no dejar las armas de la mano hasta ver al país enteramente libre o morir con ellas como hombres de coraje”.

“Hace más ruido un sólo hombre gritando que cien mil que están callados”.

“Serás lo que debas ser o no serás nada”.

“Seamos libres y lo demás no importa nada”.

“Uno debe saber vivir con el dinero que tiene”.

“Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas”.

“La patria no es abrigadora de crímenes”.

“La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”.

“Estoy convencido, que la pasión del mando es en lo general lo que con más imperio domina al hombre”.

“La ilustración y fomento de las letras son las llaves maestras que abren las puertas de la abundancia y hacen felices a los pueblos”.

“Los hombres en general juzgan de lo pasado según su verdadera justicia, y de lo presente según sus intereses”.